Hola, bienvenido al blog del Centro Juvenil de la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Trujui. Si tenés entre 14 a 18 años de edad te invitamos a participar de nuestras reuniones de formación que se realizan todos los días sábados de 17:30 a 19:30 hs. en la Sede Parroquial, ubicada en la calle Pinzón 1131 - Trujui - 1663 - San Miguel(BA), finalizando con la Misa de 19:30 hs. Si tenés más de 18 años de edad, te esperamos todos los últimos sábados de cada Mes para participar de las "Reuniones de Mayores" que comienzan a las 19:30 hs con la Misa, y duran 2 horas aproximadamente. Te esperamos...

sábado, 16 de agosto de 2008

1975 Asambleas Capítulo I (1)

1. Vocación a ser "Amigo y compañeros de Jesús"

Leemos en el Evangelio que un día, cuando Jesús estaba hablando a la multitud, se acercó uno de Los discípulos y le dijo: "Maestro, tu madre y tus hermanos te buscan", Jesús extendiendo sus manos sobre los que lo oían expresó; "Estos son mi madre y mis hermanos, los que cumplen la Voluntad de mi Padre Celestial". (Mt 12, 47-50).
Ustedes, los más grandes del Centro Juvenil, que hoy me escuchan son mi madre y mis hermanos, son el "ciento por uno" que Jesús prometió a los que lo dejaban todo para seguirle, son la Única razón de ser de mi vida, si logramos juntos cumplir la voluntad de nuestro Padre que está en los Cielos*
En nuestra oración comunitaria rezamos: "Jesús, Amigo y Compañero de nuestra ruta". En estas pocas palabras se encierra la clave de nuestra vocación: ella es seguir a Jesús nuestro amigo, ser sus compañeros.
Cuando decimos "amigo" nos referimos a los lazos afectivos que nos unen a Jesús. El cariño, el consuelo, la alegría de sentirnos amados por Él y por lo tanto, salvados.
Le decimos también “compañero”, es decir, el que acompaña, que va junto con otro por un mismo camino: Jesús es nuestro compañero de camino, y por su iniciativa en el amor nos hace compañeros entre nosotros.
Es Señor es quien nos invitó, de maneras muy diversas y que cada uno conoce en el fondo de su corazón, a hacer camino junto a Él, “para que siguiéndole en la pena, me sigan en la gloria” (EE 95). Somos llamados a compartir todo con Él.
“Vengan conmigo –nos dice Jesús- a compartir mis trabajos, mis dolores, mis luchas, mi escasez porque el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza”. (Lc 9, 58).
“- Sí Señor –le contestamos-: lucharemos juntos, sufriremos juntos, gozaremos juntos... Tus anhelos serán nuestros anhelos. Tu victoria serán nuestra victoria....Subamos Jesús, pero siempre juntos” (Oración Comunitaria).
Amigos y compañeros de Jesús para conquistar a otros chicos, a otros jóvenes, a otros hombres para la causa de su Reino. Por eso en nuestra oración comunitaria Él nos dice “que abramos senderos, que seamos luz y señal en el rumbo de las almas que nos esperan detrás nuestro viene la larga caravana que sigue nuestras huellas”. Por lo tanto, el llamado que todos nosotros hemos recibido no es para quedarnos conformes con lo que hemos recibido, como aquél hombre de la parábola del Evangelio que enterró su talento (Mt 18, 23-34) sino que por el contrario, todos los dones que el Señor nos ha entregado a través de nuestra familia, de nuestra Parroquia, del Centro Juvenil, de nuestro barrio, son para que den frutos de unidad, de Fé y de Esperanza, y ese fruto sea duradero”. (Jn 15, 16/ Mt 21, 33).
Cada día deberíamos pedir al Señor que avive el fuego de su amor en nosotros para que con el coraje y el entusiasmo propio de nuestra juventud lo busquemos en cada hombre, lo testifiquemos “como luz del mundo” en cada acto, lo ofrezcamos como única esperanza de salvación a todos, lo gritemos en el lenguaje de nuestro trabajo y nuestra humildad como vínculo de reconciliación entre todos los hombres.
Que la imagen que demos en todas partes aliente y entusiasme a otros a seguirnos, porque siguiéndolos comenzarán a seguir a Jesús. Así cantaremos la alegría de ser “Tus testigos, Señor”.

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El Centro Juvenil “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro” de Trujuí, a través de su rica historia, ha sido central en el crecimiento de la Parroquia en su humanismo-cristiano: espiritual, social y misionero. En él se han formado y se forman la mayoría de los dirigentes y agentes pastorales de las distintas dimensiones apostólicas de nuestra Parroquia. Actualmente el Centro Juvenil incorpora a sus miembros aproximadamente a los 15 años.
El Estatuto del Centro dice en su introducción:
Nuestro Centro Juvenil Parroquial es una comunidad de Jóvenes apostólicamente organizada, perteneciente a la Santa Iglesia Católica y de profundas raíces en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
Como Amigos y compañeros de Jesús cada miembro de Nuestro Centro Juvenil tiene el compromiso de hacer crecer en la Fe, la Esperanza y la Caridad a la porción de la Iglesia que se le ha encomendado como dirigente. Es, en este llamado personal, en el que cada dirigente busca hacer realidad el: ‘¿Qué más quieres que haga?’, de San Pablo.”