
Ignacio es un seguidor, apasionado de Cristo pobre y humilde. Jesús es el centro polarizador que transforma su existencia, le comunica pleno sentido a su vida y provoca la entrega incondicional. El deseo permanente e insaciable de conocer cada día mas a Jesús de amarlo y seguirlo, es lo que determina su vida.
Ignacio concibe la vida desde este lema: "En todo amar y servir”: El peregrino, ese hombre siempre en movimiento y en búsqueda, un perpetuo caminante tras el rastro de Dios, va tratando de buscar su voluntad y la manera cómo le podrá prestar el mayor servicio, el más adecuado, el más perfecto en cada momento y situación, "en todas las cosas': Es una espiritualidad que se vive en la historia, desde la historia, transforma la historia
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